NARIÑO CUNA DE CABALLISTAS

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EL AMOR POR EL CABALLO Y LA CULTURA CABALLISTA

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CABALLOS Y CABALLISTAS

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LA CULTURA CABALLISTA UNA TRADICIÓN

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UNA GRAN PASIÓN

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jueves, 23 de abril de 2015

FAMILIAS

FAMILIA COMPARTIENDO JUNTO A LOS CABALLOS
FAMILIA MIRANDO A SUS HIJOS MONTAR A CABALLO
PADRE HE HIJO EN EXHIBICIÓN EQUINA

LOS APEROS

Implementos equinos, que más que indispensables, se configuran como elementos tradicionales en la cultura equina. Entre ellos encontramos el sombrero, el símbolo mas importante y característico de la cultura caballista; de igual manera, debemos incluir en esta breve clasificación al zamarro; encontramos también el poncho y por ultimo, las botas texanas. SOMBRERO TEJIDO EN PAJA:
ZAMARROS:
BOTAS TEXANAS:
PONCHO:

VIDEOS



LOS CABALLOS







CULTURA EQUINA

CABALGATA
CABALGATA


PESEBRERA GALERAS PASTO (NARIÑO)




PESEBRERA GALERAS




CABALGATA PASTO (NARIÑO)




CABALGATA




INSTRUCTORA Y ALUMNAS APRENDIENDO A MONTAR



EQUINOS


CABALLO CRIOLLO DE TROCHA PURA COLOMBIANA




CABALLO CRIOLLO DE PASO FINO COLOMBIANO





CABALLO CRIOLLO COLOMBIANO DE TROTE Y GALOPE





CABALLO CRIOLLO COLOMBIANO DE TROCHA Y GALOPE



GENTE CABALLISTA

Las familias vinculadas al deporte ecuestre en nuestra ciudad, generalmente lo escoge gente de las clases altas o personas con un sustento amplio económico, que estén en capacidad económica de asumir los gastos que implica tener un caballo en una caballeriza y más aún si es propietario de uno, dos o más ejemplares, pero dicho gasto les resulta efímero frente al hecho de tener a sus caballos, en el mejor estado posible, es como el cuidado que se le tiene a un hijo, es decir, el gusto y la sensación que produce al estar montado en un buen caballo de paso fino colombiano no tiene ningún precio monetario para estas personas. De la misma manera, los caballistas disfrutan del hecho de compartir su afición con sus familias pues es una emoción indescriptible, al poder heredar y compartir el mismo gusto. Es así como en un futuro esos pequeños niños serán los nuevos caballistas de nuestro departamento.

LAS PESEBRERAS

Las pesebreras son pequeñas jaulas de 4x4 metros donde pasan los caballos la mayor parte del tiempo cuando no están en potreros o corrales. Estas se han convertido en centros turísticos familiares de lunes a viernes, ya que las personas que hacen parte de esta cultura llevan a socializar a sus esposas e hijos de todas las edades con los caballos y es ahí donde empieza a nacer el gusto, la pasión por el mundo equino.

VESTUARIO

El vestuario de los caballistas debe ser lo más cómodo y adecuado posible, puesto que este debe adecuarse para el tipo de monta de cada jinete. Este traje es responsable de proteger las piernas del montador contra la irritación producida por el frotamiento contra la silla de montar, constituido por unos vaqueros y una camisa cómoda, los cuales son probablemente lo mejor para un paseo a caballo por el campo. Los vaqueros usan a menudo los "chaps" (pantalones de cuero sin parte trasera) que se colocan sobre los pantalones propios. Estos "chaps" protegen las piernas del jinete de las rozaduras de la maleza. En la monta inglesa, se usan los "jodhpurs" (pantalón de montar largo y ajustado). Proporcionan tanto comodidad como protección. Botas, o cualquier zapato de lazo y tacón, evita que los pies resbalen de los estribos (implemento de la silla donde el jinete coloca sus pies). En la monta colombiana es algo también de tradición que desde finales de los años ochenta, se viene usando una especie de artículos que algunos son oriundos de Colombia y otros no como por ejemplo los zamarros, el sombrero tejido en paja, la bota texana, ponchos tejidos originarios de Antioquia.

CONCLUSIONES:

a) Esto nos lleva a la conclusión que esta cultura se caracteriza por el amor constante y lealtad por el caballo lealtad como la que nuestros equinos la brindan a sus amos. Los caballistas de la ciudad de pasto y sus alrededores b) Esta cultura no solamente abarca propietario caballo o caballo propietario si no que es una empresa que agrupa a varias personas que trabajan por el bienestar del animal como por ejemplo el herradores (pone herraduras en los cascos del caballo), el cuidador (el que pone la comida diariamente), su entrenador (la persona que monta el caballo para su mejoramiento físico generalmente todos los días) y por último la persona que los cuida en las noches que duerme a su lado.

IDEOLOGÍA O CÓDIGO:

Podemos clasificar a los caballistas como un subcultura puesto que al explorar dentro de este grupo social enfocado en la afición a los caballos, podemos darnos cuenta que es está determinado por el estilo, como manifestación simbólica expresada en sus comportamientos (el lenguaje, el modo de vestir, las formas de relacionarse, entre otros) y creencias diferentes frente a la cultura dominante, de la cual no se desliga del todo. “Para Clarke (1983), la generación de un “estilo”, se entiende como una elección organizada, selectiva y activa; por lo tanto, no obedece a un fenómeno de moda o la consecuencia incitada de campañas comerciales, ya que son parte de procesos de apropiación y resignificación” Por lo tanto, como ya lo hemos explicado los caballistas según el diccionario un caballista es una persona que entiende de caballos, de montar y monta bien, pero ser un caballista va más allá no es solo saber de caballos y montarlos, ser caballista es una profesión que se lleva en corazón y esa pasión permite aprender y llevar con orgullo el compromiso de criar grandiosos caballos. Hay un tema que es necesario debatir ya que es una estigmatización, desvirtuando así nuestro caballo criollo colombiano y es el narcotráfico, para nadie es un secreto que en los años ochenta (80) la infiltración de las operaciones ilícitas que siempre han tenido blanco para el escarnio ante la comunidad internacional en el mundo del caballo de paso que deja mal parado no solo a un gremio sino a todo un país, personas que sin tener conocimientos del tema difaman este gremio por dos o tres personas involucradas a este. Constantemente los medios de comunicación se han propuesto dejar mal visto a nuestro caballo sin tener ni el más mínimo conocimiento que este es una industria mundial que promueve cientos de empleos ya que encontramos las empresas de alimentos concentrados, las fábricas de licores, el sector farmacéutico, el diseño y confección de artículos de cuero, los espectáculos entre otros tantos.





Este libro escrito por Martha Elvira Soto Franco editora de la unidad investigativa de EL TIEMPO, en el que revela una investigación sobre la infiltración de algunas personas que tuvieron negocios ilícitos y que entraron al mundo de nuestro caballo y que por ende han generalizado a todo el gremio que por lo general siempre ha sido un hobby de personas de la clase muy alta y por esta razón este libro nunca fue publicado.
                                                                

 Ser caballista no es solo tener caballos. La palabra caballista es llevar en el corazón la pasión, amor, respeto y compromiso por este gremio y por todos esos ejemplares hermosos que siendo muy buenos o no tan buenos nos dan miles de satisfacciones alegrías y porque no hasta tristezas.

Ser caballista es amar los caballos y su todo su entorno con alma, corazón  vida y sombrero, Ser caballista es dedicar mucho tiempo a los caballos. Estudiar de caballos, leer de caballos, hablar de caballos, y Escribir de caballos y con esto preocuparnos más sobre ellos para poder saber que nos dicen con sus gestos, sus miradas, sus movimientos, si están bien, si algo les molesta, si algo les incomoda, si les duele algo y cada día aprendiendo algo mas así sea lo más sencillo pero eso siempre será de gran utilidad. 

METODOLÓGIA DE INVESTIGACIÓN:

Con a la metodología utilizada para el desarrollo del presente trabajo, se basó en la descripción, recopilación y análisis a profundidad lo que determina a los caballista como tal y clasificarla de esta manera como una subcultura. Se realizó una recopilación de toda la información pertinente acerca del mundo equino y lo que constituye en sí al verdadero caballista. Después de realizo una descripción pertinente y bien dirigida para explicar de manera sencilla y completa, cada una de las características, el recuento histórico y la descripción de lo que implica ser integrante de este grupo social. Por último, se realiza un análisis profundo. La fase analítica se realizó con la observación, análisis comparativo, además de mi experiencia personal como integrante de dicho grupo social, el cual integro como un legado familiar. En esta fase analística también propuse un punto crítico al explicar cómo se transfigurado la imagen que se tiene de este grupo social, por culpa de un conflicto social, como lo es el narcotráfico.

COMO NACE ESTA CULTURA

Después de esta breve ilustración histórica de como el caballo ha venido domesticándose en distintos rincones del mundo, es necesario centrar este trabajo en la cultura equina colombiana, en especial, la cultura caballista del departamento de Nariño. Diferentes sociedades, en sus inicios como ya lo vimos, se constituyeron alrededor de este animal, puesto que él se estableció como un medio práctico y eficiente para el transporte, el trabajo y en general como un gran aliado para el hombre. Colombia no estuvo exento de esto, ya que podríamos decir que gran parte del desarrollo interno del país lo permitió la utilización de este gran animal. Los caballistas nariñenses han sobresalido a nivel nacional, como grandes amantes del caballo, especialmente del caballo criollo colombiano, que es considerado una insignia mundial por ser el más suave del mundo para montar, ya que posee cualidades extremadamente propias, debido al mejoramiento de su fenotipo y sus movimientos. El caballo colombiano cuenta con cuatro modalidades, en los cuales encontramos: El paso fino colombiano, la trocha pura colombiana, la trocha y galope y el trote y galope. Cada una de las anteriores posee ciertas características diferenciadoras, tales como el tamaño, el fenotipo y básicamente, en el andar del caballo. Esta variedad de modalidades fueron surgiendo debido a los terrenos quebrados o montañosos que tenemos en nuestra querida Colombia. Al hablar de cultura caballista hacemos referencia a una trascendental evolución que ha venido década tras década marcando una gran acogida gusto y pasión por todos los aficionados a nuestro caballo, no solo al criollo colombiano a pesar de ser este una insignia mundial posee gran belleza, sino también a decenas de razas equinas que existen en el mundo. Detrás de la cultura caballista hay una gran influencia como la de una tradición ya sea familiar o social que ha venido dejando huella de generación en generación. La cultura caballista nace en nuestra ciudad hace muchas décadas atrás ya que el eqqus equino (Caballo evolucionado actual) era nuestro principal medio de transporte, en épocas donde aún no existía el automóvil, por esta razón, el principal medio de movilización de nuestros antepasados eran los lomos de los caballo. Históricamente la función básica y más importante del caballo criollo colombiano era precisamente aguantar largos viajes atravesando la topografía difícil o trabajar en la finca con el ganado. En la actualidad hay un número muy significativo de aficionados a este deporte ecuestre tienen la influencia de sus ancestros los cuales en gran mayoría estaban vinculados al campo, gracias a esto pudieron apreciar las diversas bondades que el caballo ofrecía y esto fue trasmitido o inculcado a sus descendientes. Como consecuencia de esto, en la actualidad, el caballo pasó de ser una herramienta de trabajo a ser un animal de lujo. Existen también personas que integran la cultura caballista, las cuales nunca tuvieron relación con el campo y tampoco traen esta afición por herencia familiar, sino que simplemente disfrutan de esta pasión equina, es decir que, esta cultura se caracteriza por el amor constante y dedicación que se brinda a este animal tan especial, lleno de virtudes inigualables que ha sabido meterse en el corazón de todos los caballistas no solo nariñenses sino también de los demás departamentos de Colombia.

HISTORIA

No existe un dato preciso de "cuándo" y "dónde", comienza la domesticación del caballo, encontramos diversas teorías contradictorias frente al tema, ya que algunos son los llamados partidarios de la filiación única; otros en cambio postulan que existieron diversas ascendencias; también encontramos a los difusionistas quienes defienden que el domador de caballos surgió en un único centro, a partir del cual la cultura ecuestre se extendió alrededor del mundo; por último, están los que opinan que la domesticación no se dio sólo por imitación, sino que diversos pueblos sin ningún contacto entre ellos, emprendieron la doma ecuestre. El hombre domesticó al caballo hace 5.500 años en Asia Central, 1.000 años antes de lo que se creía y 2.000 antes que en Europa, según nuevas pruebas halladas por un equipo internacional de arqueólogos en el norte de Kazajistán. El caballo llega a América en el año de 1493, siendo este uno de los primeros encuentros entre los habitantes de América con esta noble especie, la cual en un futuro estrecharía fuertes lazos con los indígenas americanos. Este encuentro fue ocasionado por la invasión española a américa, la cual al darse cuenta del gran hallazgo, trajeron consigo diferentes invasores determinados en saquear completamente las nuevas tierras además de constituir de destruir las diferentes etnias que ya habitaban el territorio, creando así colonias esclavistas. Exactamente en el segundo viaje de Colón, es cuando trae a las américas gran cantidad de embarcaciones cargadas de semillas de plantas, las cuales deciden cultivarlas en la española una isla de Santo Domingo, lugar propicio para su germanización, y también traen animales domésticos, incluyéndose por supuesto al caballo. En lo que respecta a Colombia, el caballo llega a este territorio gracias a Rodrigo de Bastidas, el cual llego en primer lugar a la fundación de Santa Marta, penetrando así hasta el corazón del país por dos vías, la primera desde la costa hacia el sur, hasta la sabana de Bogotá, llevados por Gonzalo Jiménez de Quesada, y la segunda desde Quito hacia el Valle del Cauca por Sebastián de Belalcázar. Ya para fines del siglo XVIII la Capitanía General de Venezuela y el Virreinato de Nueva Granada dispusieron de una muy numerosa población equina. Nuestro caballo criollo colombiano proviene de la mezcla de varias razas de equinos del mundo como el Caballo Frisón (Holanda), del caballo andaluz (España), caballo berberisco (norte de África) en líneas generales, gracias a estas razas existe nuestro caballo colombiano de paso.

miércoles, 22 de abril de 2015

HSITORIA



lunes, 20 de abril de 2015

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